“Bienvenidos a la Galaxia de Garabatos Imparables.”




Bienvenidos al Universo de Garabatos, un rincón del cosmos donde las líneas pierden el control, las manchas encuentran su propia voz, y los colores se desbordan sin pedir permiso. Aquí, cada trazo es una explosión de caos, una revolución en miniatura que no necesita sentido para ser hermosa. Este es el lugar donde los garabatos bailan libres, y donde tú, lector, estás a punto de flotar entre constelaciones improvisadas.




Garabatos danzan,
caen del cielo,
dibujan mundos
que nadie entiende,
pero todos sienten.

Líneas que gritan,
manchas que ríen,
colores sordos
en ecos tibios.
Es el caos perfecto:
no preguntes, mirá.





Estrellas de tinta,
galaxias de sombra,
un cosmos que late
en cada trazo absurdo.

Se cruzan los bordes,
explotan los márgenes,
el tiempo se pierde
entre curvas y rabias.

Es un grito pintado,
un susurro que escapa.
Miralo de cerca:
es nada. Es todo.





Líneas se estiran,
mordiendo el vacío,
curvas se rompen,
buscando sentido.

Hay mapas de nada,
caminos que tiemblan.
Los garabatos rugen:
no hay reglas, ni puertas.

Miramos, flotamos,
nos perdemos felices.
Aquí todo es posible:
un big bang de matices.





Un trazo perdido,
un eco que gira,
un caos redondo
que nunca termina.

Se estrellan colores,
gritan las líneas.
Aquí somos libres:
locura divina.

Giramos en círculos,
de luces y sombras,
somos garabatos
que el cosmos adora.





Fragmentos de luz,
pedazos de sombra,
constelaciones rotas
que inventan historias.

No hay norte ni sur,
ni siquiera un centro.
Todo flota en un caos
que dibuja universos.

Un punto, una línea,
y el vacío responde:
“No soy nada,
pero en mí todo nace.”





Es un lienzo sin bordes,
un abismo de tinta,
donde los garabatos
se rebelan y gritan.

Curvas sin destino,
manchas que no se tocan,
trazos que se pierden
en galaxias rotas.

Todo está,
pero nada es.
El universo se garabatea
y se ríe después.





Hay espirales tímidas,
rectas que se doblan,
manchas que suspiran
en el borde de la nada.

Los garabatos flotan,
libres de sentido,
son galaxias que ríen
en un cosmos perdido.

Dibujan el silencio,
colorean la ausencia,
es arte que no pide
nada más que presencia.





Un garabato pregunta:
"¿Soy línea o soy sueño?"
Otro responde riendo:
"Sos lo que el cosmos inventó sin querer."

Manchas que bailan,
curvas enredadas,
universos que nacen
de risas pintadas.

Y así seguimos,
flotando sin pausa,
en este caos eterno
que nunca se cansa.





Y así, el Universo de Garabatos sigue expandiéndose, rebelde e infinito. No necesita finales, solo pausas para respirar antes de volver a estallar. Los trazos se cruzan, las manchas ríen, y las palabras descansan, esperando el próximo salto hacia lo desconocido. Gracias por garabatear con nosotros. Nos vemos en el próximo caos cósmico, donde todo es posible y nada está prohibido.






Texto generado por ChatGPT en respuesta a interacciones personalizadas.
Cortesía de OpenAI.
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